Los promotores de este proyecto querían una segunda residencia, sostenible, integrada en la zona rural, adaptada para niños y mascotas.

Se apostó por una estructura en madera y por el uso de piedra y materiales ecológicos así como instalaciones de calefacción y agua caliente sostenibles.
Una parte importante de esta obra la supuso el aislamiento térmico, el cual se colocó forrando todo el entramado de madera del cerramiento.
Esta vivienda unifamiliar consta de planta baja y bajo cubierta, siendo su planta de forma cuadrangular situada en un entorno rural. Dispone de un solo volumen con cubierta propia a dos aguas.

El programa de necesidades es el propio de una vivienda mínima unifamiliar. En planta baja se accede al interior a través de un porche, que nos conduce a un estar-cocina, situado a la izquierda de la entrada, frente a este se sitúa un baño, quedando a la derecha de la entrada, las escaleras de comunicación vertical con la planta superior y un dormitorio.

En planta bajo cubierta se sitúa un dormitorio con aseo, este último dotado de lavabo e inodoro, encontrándose la bañera fuera de este ámbito y dentro del dormitorio.